Aquí os dejo una pequeña introducción de cómo funciona un disco duro, explicado por una persona que no es técnico de recuperación de datos pero lleva muchos años en el sector, una explicación clara, comprensible y sin tecnicismos.
Un disco duro tiene cuatro componentes básicos:
- La placa electrónica, se encarga de dar corriente al disco y guarda cierta información necesaria para el arranque.
- Los platos magnéticos, donde guarda todos nuestros datos.
- El motor, es el encargado de hacer girar los platos magnéticos.
- El cabezal, se encarga de leer los datos guardados en los platos.
Cuando conectamos un disco duro a un ordenador mediante un puerto USB o bien un disco interno por la conexión SATA o PATA proporcionamos la corriente necesaria mediante la placa electrónica y la información para hacer que el disco inicialice, entonces empieza a girar los platos magnéticos a gran velocidad hasta alcanzar 7.200 revoluciones por minuto como media llegando alcanzar los 15.000 en algunos discos de alto rendimiento gracias al motor que ha recibido la corriente necesaria, cada disco puede tener uno o más platos dependiendo de la capacidad, sobre cada plato y en cada una de sus caras se sitúa un cabezal que “flota” sobre una delgada línea de aire generada por la rotación de los platos, y este es el que lee el contenido de los sectores para que el sistema operativo nos pueda ayudar a visualizar los datos.
Un ejemplo que os puede servir para haceros una idea clara es el funcionamiento de un tocadiscos. Para que sonara la música teníamos que poner un vinilo (platos magnéticos), poner la aguja encima (cabezal) y encenderlo para que rodara (motor) y sonara.
Hasta aquí una breve explicación de cómo funcionan los discos duros con platos magnéticos.